l'amour qui sauvera au monde
En una persona uno busca ciertas cualidades, y cuando uno conoce a una persona que las cumpla se cega, piensa que esa es la única persona así en el mundo, aunque en el fondo uno sabe y tiene claro que no es así.
Yo conocí a la “persona indicada” para mí (que cumple con todas esas condiciones que yo esperaba encontrar en una persona para amarla), y esa persona no es la indicada para mí, así que tiene que haber en el mundo otra “persona indicada” para mi, aunque sea difícil de encontrar. ¿Cómo no ser exigente con los demás cuando uno sabe que existe una “persona indicada”?. Por mucho tiempo no voy a encontrar a alguien así, obviamente que en algún momento voy a sentir atracción por una persona de esas que pasan y le dejan a uno ciertas marcas superfluas. Hasta que no encuentre a una persona capaz de entender y hacer cosas que nos importen, entonces no vamos a sentir nada importante por ellos.
Para mi NUNCA va a haber NADIE como él, pero obviamente voy a volver a relacionarme con un “alguien” indicado para mi, sin embargo hay que tener en claro que SEGURO va a tener esas cosas que yo pretendo y encontré en “él”, aunque no sea en realidad “él” sino “alguien”. No estoy diciendo que pretendo encontrar al “hombre de mi vida” mañana, eso sería una total estupidez, pero si yo pretendo de una persona que al menos no sea incompetente, entonces voy a tratar de que alcance esas expectativas.
“Él” es “él”, “yo” soy “yo”, “alguien” es “alguien”. “Yo” voy a encontrar a “XX” y “’él” va a encontrar a “MM”, pero “MM” no voy a ser “yo”, y “XX” no va a ser “él”, porque las personas somos irreemplazables. Si nos enamoramos de alguien, obviamente tiene que tener algo que nos atraiga y siempre hay un patrón entre las personas que más nos atraen, porque subconscientemente siempre buscamos en los que nos rodean ciertas características, pero ese patrón llega a su límite en el momento en que se establece que existen muchos “yoes” en el mundo.