3 may 2013


Café y tostadas. Café y galletitas de limón. A ella le gustaba ser un ser humano independiente y caminar de la mano de su carpeta y su taza de café, así como a él simplemente le interesaba mirar el horizonte y suspirar pensando qué es lo que va a pasar mañana, y por qué va a ser de esa manera.
- Hola, si, quiere usted ser mi amante de palabra? – Dijo ella.
- Soy su amante si usted quiere, puedo decirle lo que desee.
- Digame al oído hola, digame al oído buenas tardes,
susúrreme palabras secretas, digame cosas que quiero y que no quiero oir
sorpréndame y no me sorprenda
quiero vivir la vida como un abanico lleno de posibilidades
en sus labios eternos
imaginarios
al compas de la música de fondo
sea bach o sean los wachiturros - Responde ella abriendo cada vez mas sus enormes ojitos marrones.
- Del cielo hoy brota agua
colapsan las ventanas y tus ojos están mas lindos que nunca
es que el pasto ajeno siempre es mas bello
el trabajo de tipografia ajeno siempre es mas bello entonces
bello dia para vos, bello dia para mi
el dia en que no haya diferencias seremos tan iguales
que la tristeza seria constante
y la alegría seria constante
y lo bello y lo feo seriamos todos
se da usted cuenta que estamos hablando del concepto de Dios Cartesiano?
- Pero entoces no existiríamos
- Y existiríamos,
y nos besaríamos y nos mataríamos.
Y los elefantes serian rosas.
- Por que rosas?
- No se, porque esta bueno.
Tomaron una taza de café, a ella le gustaba bien amargo y a él bien dulce. Ella agarraba la azucarera delicadamente con su mano derecha y en su cucharita calculaba poco menos de una cucharadita entera de azúcar. Él agarraba la acuzarera y se servia 4 cucharadas.
- Es que sos un dulce – Le decía ella.
- Y soy un amargo
- Por estar susurrándome al oído a mí se te fue el azúcar de la sangre.
- Soy solo un pene mas para tu colección de penes.
- Soy solo un par de pezones mas para tu colección de tetas pequeñas
Y tomaron el café. Y así pasaron los días.

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