El pasado y el futuro de todos es nuestro presente, lo
sabemos y noto que sabés de que hablo mientras te veo caminar. La furia a veces
es juzgada como un acto irracional, y lo es, pero de dónde parte lo irracional
es lo más tristemente complejo, porque parte justamente de un montón de
equivocaciones de nuestro pasado y otro montón de miedos a nuestro futuro.
Somos lo que somos porque así lo elegimos, la furia nace en nosotros porque el
resto también actúa con furia, porque todos somos orejas sordas cuando nos
conviene serlo. Y te veo caminar como si vos tuvieses los oídos abiertos,
espero que así lo siga siendo. Creo que algún día vas a comprender porque el
que mata, mata, y porque el que golpea, golpea, y porque el que bebe, bebe, por
qué es que somos una sociedad tan autodestructiva. Yo no sé como explicártelo,
tenés que llegar a esa conclusión solo, con ayuda de algún libro y por ahí
algunas pelis. Yo te voy a prestar Sidharta para que comprendas a aquellos que
eligen creer en Dios para no sentirse solos, asustados y confundidos: no tienen
ganas de buscar la respuesta a sus necesidades personales, prefieren que
alguien les limite el paso para tener una explicación “de todo”, oh santísima
madre que nos protege a todos de admitir que somos unos ignorantes y que
siempre lo seremos, porque no todo hemos de poder comprender. Pero es ese, el ser
humano nefasto, que quiere saber todo, cree saber todo y juzga a quien no sabe
obligándolo a ser igual de miedoso que él: así no se crece, así no se sabe.
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