¿Cómo disfrutar del hoy si no existe? Y pretender que caminan mis pies en la tierra, cuando camina mi mente en un mar de pensamientos pesimistas que me entierran en mi cama. Me siento electrocutada, muevo mis brazos en forma mecánica, no recuerdo haber apretado el botón del segundo piso hoy cuando subí a mi casa. Encierro mis pesadillas en frascos, me acuerdo de la voz de la agonía precipitándose hacia mi cuello. Quisiera haber sido quien querían que fuera, no soy más que un títere.
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