Qué es del mundo y de los días cuando estamos acá parados observándonos entre nosotros, acaricio tu mejilla y mi corazón no late porque yo no se lo permito, vos te das cuenta y me mirás de reojo mientras pinto. Pinto los monstruos que carcomen mis entrañas, pinto los monstruos que considero somos nosotros todos viviendo en sociedad, jamás nos adaptaremos a las ideas de que, estoy segura, nene, vos sos verde-azulado y yo soy violeta y cuando hacemos el amor explota el tiempo y el espacio.

Y siempre pasa igual,
cuando empiezo a caminar por ahí
volvés de una manera u otra a mi mente,
esta vez volviste en forma de monstruo
que asecha cada rincón de mi cerebro,
maldito alienígena
corrupto y
egoista
que no deja a mis piernas caminar
elijo ser un solo
antes que morir.

No quiero irme a dormir como si mañana hubiera algo interesante por lo cual despertarse, mañana es un día más, no hay nada, alguna que otra ilusión, el desvelo, pintar durante horas, limarla durante horas, imaginar monstruos, perderme en las sombras, pensar en todo eso que siempre se me viene a la cabeza y no puedo ni expresarlo en palabras: la abstracción absoluta de la realidad palpitando en mi cerebro construyendo sueños despiertos. Entre irme a dormir o quedarme despierta no hay ninguna diferencia, salvo que mañana voy a estar tan cansada que no voy a escuchar el despertador.

En esta noche inherente a mi los monstruos de abajo de la cama me persiguen para que tenga pesadillas sobre tu infinita si y no presencia, tu inesperado caminar bajo mis sabanas, bajo mis ropas desgarradas bajo la noche azul, inconsciente e inocente, sonriente, gritona a carcajadas camino hacia la puerta de mi habitación y sonrió ante tu afán añorante de mis frías pestañas de careta inadvertida en tu estomago desnudo.
Cualquiera que viera la situación y mis temblorosos brazos alrededor de tu cuello comprendería que la situación es una evidente negación del despecho, y es así como el monstruo me abraza como si fuera suya y me arrastra hacia la solitaria esquina de mi cuarto donde ni la luz de la luna ni la del sol llegan, ahí, a un lado del armario donde alguna vez estuvieron los monstruos que me hacían ver al mundo color de rosa y hoy están tan solo sus cadáveres violados y guasqueados por el asqueroso monstruo de abajo de mi cama que no me permite pensar en vos cuando me masturbo porque me da miedo, me dice que vas a tirarme de la nariz hasta que me exploten los lagrimales y que mañana te vas a dar cuenta de lo sucio que está mi pelo porque hoy no me bañé.

Las palabras que en tu ausencia se repiten
como constelaciones navegando a través de mis ojos
susurran a mi oído aquellas cosas
que jamás pude comprender
y eso que me las repetías,
pero éramos tercos
y hoy lo seguimos siendo
pero con una nueva esperanza,
o diferente,
o más sincera y fiel a uno mismo.
Los abrazos del pasado que hoy
parecieran ennegrecidos
por una innecesaria tortura
formuladas por aquellas palabras
que decías sin esa intención
recorren hoy solo una piel
que ya perdí,
que ya no está conmigo,
que la fuí dejando en el paso de los días,
poro por poro,
en el recuerdo lejano,
lejano, lejano,
del deseo de la pasión
que jamás existió
más que en el mismo deseo
y en la misma metabolización ilusiva
de tu cuerpo sobre el mío.

Sonrie,
como los ancianos leyendo el diario
por el patetismo
que se expresa en el mismo de la sociedad.
Una burla,
como un pedido de auxilio
de las almas ahogadas en un rio
de la gente que termino la secundaria
y sigue sin saber
que Peron esta muerto.
Gritos en la calle,
gritos en el subte,
en el supermercado,
pobres gritos de esa gente
que hace "el amor" en silencio
como si el amor pudiera hacerse
y encima en silencio.
Me pregunto que soñas
cuando te tiemblan los parpados sobre mi hombro
y el sol se burla y grita y sonrie por vos.

¿Viste que las cosas vienen por epocas?
Me gustaria decirles tantas cosas. Hoy el dia esta como para salir a caminar y que el viento te atropeye la cara mientras escuchas el nuevo disco de Kurt Vile que te dispersa por las montañas que no existen aca en capital federal donde lo mas cercano a naturaleza son los arboles que lloran porque no dejan a sus raices crecer. Mis amigos y mis amigas estan cerca de mi en este frio invierno, triste, mi alma se va curando de tantas lagrimas que no puede llorar. Soy el olvido, el abrazo perdido en tu bolsillo, el pensamiento que te quedo colgando como un moco en la nariz, me soplas, parece casualidad, parece aproposito, parece cosa del destino que no quiere hacerte esfumar de los momentos de mayor vulnerabilidad de mi alma.

Hay gente que piensa que la negatividad es un incentivo,
me pregunto que clase de gente sos vos,
la clase de gente que es
o la clase de gente que se clasifica.

Te voy a preguntar quien sos
y vos me tenes que responder lo que sientas.
Empecemos:
Caramelos de gusto a limon,
galletitas de chocolate,
trincheta o bisturi,
casancrem o manteca,
¿Sera que el pan negro o pan blanco
es la discriminacion en forma de pan?

Usted es muy lindo, me gusta como toma el té en mi mente. En la tele hablan de ataques de pánico, no tienen nada más de qué hablar, son gente en silencio, gente en silencio con mil palabras en la boca, esa gente en silencio habla más que nadie y no dice absolutamente nada considerable.

Hoy no es el mejor dia, y esta no es la mejor de las semanas. Muchas cosas pasan por mi cabeza: mi edad, sensacion estupida del paso del tiempo. Hoy me siento aprobechando casi al maximo todo, no comprendo el tiempo perdido. ¿Cuando fue? ¿Por que fue?. Se lo que quiero y se lo que quise, se lo que deseo que este lejos y lo que quiero que se me vaya acercando un poquito mas cada dia, para eso me pongo las pilas, para mantenerme cerca.