Alguna vez sonreí falsamente, presentí en mi sangre un líquido plástico esparcirse y explotar como bombuchas de agua en mis venas. Supe que en ese momento debía abrir mi otro ojo y darle la espalda a la persona que me probocó ese sentimiento de falsedad e irrelevancia para levantar los brazos y dejarme llevar por el viento que tenía olor a tierra mojada en día de lluvia.
1 comentario:
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