12 mar 2010

Tantas palabras ciegas llegaban a mis oídos con sentido y ahora que veo era sólo un espejismo. Tu figura siempre estuvo lejana y sorda a mis pensamientos, y los sonidos emitidos no eran más que repeticiones del pasado. Tus movimientos eran superfluos y tu mano nunca estuvo sobre la mía con intención de posarse en mis recuerdos. Fuiste como una mariposa, viviste un día pero tu belleza se quedó en mis pupilas para siempre, pero era una belleza falsa y lejana, una belleza no experimentada y su existencia no era asegurada. Pero esto no quiere decir que no haya sido puro, por que lo fue, ¡y tanto que se me eriza la piel de recordar!. ¿Cómo pude sentir algo así, si cada poro de la piel que te besé no era más que parte del cadaver que me dejaste de muestra?.

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