13 abr 2011

Encaminados sobre la hierba, dados vuelta miramos caminar la suerte a nuestro alrededor. Algunos van a su lado y otros no. Suertudos ellos, que caminan a paso seguro mientras a otros les cae granizo un día soleado. Deseos chocando unos con otros, aplastándose entre sí. Poca fuerza metafísica, no haber desarrollado superpoderes. El tiempo corre rápido como para no llegar a terminar de hacer nada... y no dormir. Los pies adoloridos de correr atrás de los que caminan y la sonrisa más apagada del contexto, fuera del contexto. Maldita incertidumbre.

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