4 dic 2011

No puedo centrar. Mi mente vaga sobre tu piel, irrumpe mi consciencia en vos, musa, locura y más allá. En vos me encuentro centrada, potenciada y fría dentro de mi calor. Tum tum, tum tum. Me explotan las venas a la mañana, y a la tarde, y a la noche. La ansiedad traga el aire que respiran mis pulmones y me ahogan en la noche eterna, sabiendo que mañana será otro día, y que voy a abrir los ojos y sonreir. Me hundo en la oscuridad más profunda y salgo y subyace de mi alrededor el aura maldita de los ancestros perplejos de que sea quien soy, intentando ahogarme en la profundidad de la capital federal rumbo a fines de diciembre.

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