2 sept 2010

De héroes metafísicos

Me desperté una mañana entre las piernas de mi madre, y comencé a nadar entre lágrimas de hambre y sábanas de sueños. Mi pensamiento fue siempre uno: soy la heroína de este mundo, éste que transmuto desde mis ojos hasta mi cerebro, lo tengo que salvar pintando sonrisas en las manos ajenas. Pero la pintura se me agota y cada paso se hace más corto, parezco estar llegando a un final totalmente distinto y mediocre comparado con el que esperaba; no logré alcanzar ninguna mano para pintar sonrisas, lo único que hago es transmitir muecas. Los días me pesan poco y nada, y eso me pesa mucho más que las muecas pintadas que quisiera poder borrar. Al final esos remolinos no llevaron a nada, toda una vida de mentiras piadosas y caprichos supérfluos es lo que encapsulé para poner en el pedestal que yo misma armé. No hay ninguna heroína acá, solo los escombros de algo que nunca fue construído, quedó como todo: un sueño, lejano, metafísico, y a punto de morir.

No hay comentarios: