24 feb 2014

Gente que está al pedo,
gente que no sabe qué hacer de su vida
nunca,
y desperdicia tiempo,
y por lo tanto desperdicia vida.
Días
silenciosos
o lleno de ruido que no dice nada,
absolutamente nada.
Y el reloj marca la hora exacta de salida
del colectivo hasta tu casa,
mientras,
estás ahí parado,
como esperando un milagro
que haga que este viaje sea
distinto o especial.
Pero no va a pasar
porque lo que esperas
por arte de magia
no llega.
Los años te dan experiencia
y desconfianza,
te llenan de impaciencia,
cada vez más esperamos el paso del tiempo,
queremos ser grandes como una iglesia,
contener de todo
y contenernos a nosotros mismos.
Pero somos una constante fuga de ideas,
de minutos, de días y sentimientos
que no podemos contener,
que no podemos recuperar,
los vemos escapar idiotizados
hacia la luna.
Estamos solos bajo su luz
y saber eso,
no lo soportás,
te estás volviendo loco.

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