30 jul 2009

El amor que salvará nuestro mundo


l'amour qui sauvera au monde

En una persona uno busca ciertas cualidades, y cuando uno conoce a una persona que las cumpla se cega, piensa que esa es la única persona así en el mundo, aunque en el fondo uno sabe y tiene claro que no es así.
Yo conocí a la “persona indicada” para mí (que cumple con todas esas condiciones que yo esperaba encontrar en una persona para amarla), y esa persona no es la indicada para mí, así que tiene que haber en el mundo otra “persona indicada” para mi, aunque sea difícil de encontrar. ¿Cómo no ser exigente con los demás cuando uno sabe que existe una “persona indicada”?. Por mucho tiempo no voy a encontrar a alguien así, obviamente que en algún momento voy a sentir atracción por una persona de esas que pasan y le dejan a uno ciertas marcas superfluas. Hasta que no encuentre a una persona capaz de entender y hacer cosas que nos importen, entonces no vamos a sentir nada importante por ellos.
Para mi NUNCA va a haber NADIE como él, pero obviamente voy a volver a relacionarme con un “alguien” indicado para mi, sin embargo hay que tener en claro que SEGURO va a tener esas cosas que yo pretendo y encontré en “él”, aunque no sea en realidad “él” sino “alguien”. No estoy diciendo que pretendo encontrar al “hombre de mi vida” mañana, eso sería una total estupidez, pero si yo pretendo de una persona que al menos no sea incompetente, entonces voy a tratar de que alcance esas expectativas.
“Él” es “él”, “yo” soy “yo”, “alguien” es “alguien”. “Yo” voy a encontrar a “XX” y “’él” va a encontrar a “MM”, pero “MM” no voy a ser “yo”, y “XX” no va a ser “él”, porque las personas somos irreemplazables. Si nos enamoramos de alguien, obviamente tiene que tener algo que nos atraiga y siempre hay un patrón entre las personas que más nos atraen, porque subconscientemente siempre buscamos en los que nos rodean ciertas características, pero ese patrón llega a su límite en el momento en que se establece que existen muchos “yoes” en el mundo.

3 comentarios:

Marius dijo...

Hmmmmmm........en MI OPINIÓN creo que uno encuentra (de manera paradójica) todas esas "utópicas" características en un ser cuando en principio uno las ha encontrado en uno mismo, es decir la tan ansiada búsqueda de la perfección en la relación perfecta desaparece cuando uno la deja de buscar allá afuera (amor propio). Para ser mas claro, aquel amor que salva, cambia y revoluciona al mundo comienza por uno mismo, por auto estimarse lo suficiente, por respetarse, por no mentirse, por luchar por alcanzar nuevas metas sin dejar de lado los grandes sueños (simplicidad), por saber elegir lo que nos hace bien y soltar (sin preocuparse) aquello que nos envenena...Estoy seguro de que cuando todo esto hayas experimentado aquel amor llegara, como la frutillita del postre.

"La felicidad es como una mariposa; si la persigues siempre está fuera de tu alcance; pero si te sientas y la esperas se posará sobre tí."

(ni idea quien lo dijo pero concuerdo)

alt+3 dijo...

Creo que captaste muy mal el concepto, arriba dice "el amor que salvará NUESTRO mundo", con esto me refiero a la búsqueda de un amor para nosotros en particular. Obviamente que las características que buscamos en una persona muchas veces se encuentran en uno, por ejemplo, si yo quiero salir con alguien a quien le guste ir a recitales, a exposiciones de pintura, que dibuje, pinte, etc, etc, obviamente que esas características que yo en particular busco, las encuentro en mí en una forma más o menos implícita, porque yo no voy a querer buscar a alguien a quien le guste ir a recitales si a mí no me gusta, yo creo que eso es algo que estamos obviando demasiado, cuando cada uno sabe eso, o pensándolo lo puede razonar muy fácilmente.
Y no estoy de acuerdo con esa frase, porque sin embargo el encuentro de la persona indicada para uno no es algo que nosotros no busquemos, es algo que nosotros buscamos siempre, dándonos cuenta o no, muchas veces obligando a las demás personas a adecuarse a ciertas características que no pueden compensar.
Ese no es el amor al que me refiero en el título del blog, "el amor salvará al mundo", este es un amor que "salvará NUESTRO mundo", y con NUESTRO hago referencia a un amor incluido en nuestro contexto personal.

Anónimo dijo...

Sí, sí; el amor salvará nuestro mundo. Y la felicidad no es como una mariposa, sino que es como el mundo en sí mismo: cada uno crea su propio espacio para sentirla al menos de vez en cuando (?)