7 ago 2010

Llueve

Me sonrien las palabras del encierro y la calma se rompió, la culpa no está más. Dentro de mi casa hay una nube que me sigue a donde quiera que valla, y verás, no la puedo sacar de mis hombros. El día de hoy está escurriéndose de mis manos el sudor de la alegría y la desesperación ahogó mi compañía entre sábanas color café y el aroma de la miel. Yo quisiera contemplar todo lo que el cielo da, pero está muy lejos. Las luces no me dejan mirar como el cuerpo flota hacia el mar, como las esperanzas se van, como me mirás desde allá.

1 comentario:

Unknown dijo...

me gusta mucho mucho la cita de pizarnik de acà a la derecha.

y todo lo que tengo para leer aca abajo...!!

pasaré màs seguido, parece!

saludos...