3 nov 2010

El hambre alimenta el respiro
el sol quema el desvarío del alma.
Ama porque le obsesiona la muerte solitaria
y curva el álamo para evadir las penas.
Hoy soy árbol y vos aveja,
te alejás, me vivís:
colocás en mí tus cargas más pesadas
para irte y no volver.

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