6 jul 2013

.

Mis dedos helados tocando tu nariz en un fribolo intento de hacerte reincidir en mi cuerpo con tus palabras quietas sobre mi cabeza, funcionando como recordatorios, como gritos, notas de papel en la heladera escritas en mayuscula. Nosotros caminando por avenida rivadavia rodeados de gente sin recordar que existen palabras que siguen rebotando como pelotas de playa en mi cabeza, me duele la cabeza, me duelen las piernas. Te digo, vamos a casa a garchar, te lo digo como te gusta y vos me agarras de la mano como un niño que busca algo y yo te doy la mano como una mujer que le quiere sacar un dulce a un niño y destrozamos avenida rivadavia, y destrozamos el cafe de avellana con chocolate blanco y se desvanece en mis ojos el calor de la vida y soy un zombie, soy un zombie comiendote el cerebro sin que te des cuenta, soy el tumor de la sociedad, la razon por la cual la profesora de lengua te recomienda que leas "como agua para chocolate". Pero que libro para pelotudos. Y espero que llegue el dia en donde nuestras almas choquen pero suavecito, con paracaidas, en la calle y podamos caminar para un lado y para el otro.

No hay comentarios: